Siempre es Otoño

Siempre es Otoño
Todos los días lo son,
no hay verano ni invierno,
nada, solo otoño,
las hojas caen y no salen,
porque es otoño,
y el otoño es gris,
los colores desaparecen,
y anuncian el frio,
desvelando la naturaleza,
el ser propio de la desolación,
ese es el otoño, mi otoño,
mi vida completa es otoño.

Descubrí que tenía que ser otoño,
aunque fuera verano,
confundirme con la manada,
perderme en la mediocridad,
actuar como gorila en celo,
y esquivar las grandezas por atrayentes que fueran.

Todo puede ser medido,
todo puede ser comparado,
combinado y extraído en porcentajes,
es otoño, las hojas caen
y el árbol desnudo muestra su verdadero ser,
dejando de estar oculto por el follaje,
y ese es mi otoño,
conocer al árbol,
desnudarlo,
saber que puedes, y ocultarlo.

El otoño de saber y callar,
de ver, y ser ciego,
de poder dar lo que quieran y callar,
de ser alienado en lugar de bruja,
de pasar como uno más,
sin pompa,
solo mutas mutandi,
desapareciendo en el humo de la multitud,
en el regazo de la mediocridad.

Es difícil parecer inteligente,
cuando eres un imbécil,
pero seguro, lo sé,
que pasar por imbécil, siendo inteligente,
es más complicado.

Nadie quiere a los que saben,
los desprecian,
delata un fallo,
y crearás un enemigo para siempre,
compórtate como un ser educado,
como un muchacho,
que sabe la diferencia entre el bien y el mal,
y serás castigado por ello,
ese es mi otoño,
desde que descubrí,
ya tarde,
que ser verano,
era difícil, agotador y terrible,
que los demás supieran
que sabías lo que pensaban
que eran fáciles de adivinar,
eso es el verano,
callarlo,
el otoño.

Saber que viene el tren
y quedarte quieto,
dejar que te pase por encima
y reír con los accidentados,
es otoño,
ellos no vieron el tren,
tú lo sabias,
y te quedaste,
porque no querías estar solo,
aunque lo anhelaras,
de una forma o de otra,
eso es el otoño.

Dar gracias a los dioses
por un cuerpo grande
para poder asustar a los demás,
cuando con solo calcular las posibilidades,
puedes destruirlos,
cuando la manipulación
es tan fácil como hacer un cálculo de probabilidades,
pero eres de un grupo,
no haces eso,
Ries como animal, te emborrachas,
y te dejas caer en el sexo más abyecto,
eso es otoño.

Saber que quieren de ti,
obtenerlo,
saber de entrañas y vientres conocidos,
de adocenar los descampados,
de correr en campos peludos,
de bocas en tu cuerpo,
de al final no querer buscar,
porque si quieres,
lo tendrás,
lo conseguirás,
de temer que el sexo es solo eso,
que son previsibles,
que eso, de que nadie las entiende,
es mentira, y no lo usas,
porque te aburren los sexos peludos,
y las oscuridades intimas,
eso es otoño.

La soledad en compañía,
amigos que no lo son,
en todos lados,
ser reclamado por todos,
ser ese que todos quieren tener a su lado,
sabiendo que es lo que piensan,
que instintos los llevan
que fácil es darles lo que quieren,
de al final,
en la multitud,
no encontrar nada,
eso es el otoño.

Cuando puedes terminar y no quieres,
porque es fácil,
cuando nada es un reto,
cuando te obligan
y sales por el lado contrario
aun sabiendo que te equivocas,
simplemente por orgullo,
porque te crees mejor que nadie
y yerras,
una y otra vez,
pero estas satisfecho,
eso es el otoño.

Y no sabes las caras que dicen
y las tienes que estudiar
porque no tienes afinidad,
nada te transmiten,
se ocultan en tu ignorancia,
y no sabes que rictus quiere decir algo,
que otro, cosa diferente,
el estudiar con calma los gestos comunes,
las partituras de músicas diferentes,
porque no sabes nada,
y solo el movimiento de los dedos,
te indica,
a ti, que eres sordo a los sonidos,
la melodía que se toca,
porque no sientes cuando los demás sienten,
las caras nada transmiten,
nadie te toca,
no tocas a nadie,
y solo miras,
observas y estudias,
eso es el otoño.

Ver pasar los días esperando el reto,
hacer lo que los demás hacen,
intentar sentir lo que los demás sienten,
y esperar en vano,
nada es igual,
todos, creyéndose incomprensibles, se irán,
unos piensan que eres más listo,
más tonto,
más simpático,
pero eres normal y no lo eres,
sabes del depravado,
del débil,
del violador escondido,
del homosexual innato,
de la puta temprana,
de la imbecilidad revelada en la violencia,
de tantas cosas,
que cuando llegas a casa,
te metes en un rincón,
asustado de saber lo que conoces,
lo que has descubierto,
eso es el otoño.

Te abrazan,
te miman,
te llevan,
te traen,
te acompañan,
te seducen,
te aman,
te odian,
te copian,
te siguen
y tú no sabes nada,
porque nada quieres saber,
indiferente a todo,
eso es el otoño.

Cuando la ira se eleva imparable,
ante la estupidez,
cuando quieres destrozar a los imbéciles,
cuando sabes de la idiotez de los inanes,
de los bultos inseparables de la carne,
absortividad de ellos,
y solo quieres que desaparezcan,
que son la hez de la tierra,
que detrás de la máscara son monstruos,
que solo merecen la peor de las muertes,
desaparecer de la faz de la tierra
para que esta no sea portadora de la peste más hedionda,
eso es el otoño.

Cuando aprendido todo,
descifrado el misterio,
abandonas el observar
y ya no te importa que es que,
quien oculta que,
que maldad se esconde en cada corazón,
y solo quieres que te dejen en paz,
viviendo en la mediocridad,
como ellos,
eso es el otoño.