El embozado del Cristo de los Faroles

A principios del presente siglo y durante muchos años, se veia todas las noches á las dos un hombre embozado en su capa, que llegaba hasta la imagen del Santo Cristo dé Capuchinos, permaneciendo en oración algunos minutos, retirándose hacia la cuesta del Bailío, punto por donde siempre aparecía; formáronse primero algunos comentarios; mas, sabida la causa y conocido el sugeto, nadie lo molestó, continuando en una devoción que no interrumpió mientras estuvo en Córdoba; aquel era D. Francisco Carvajal, nacido en esta ciudad y morador en una de las casas de la calle de Sta. Victoria. Dedicado al servicio militar y amigo de todos los jóvenes de su tiempo, entro ellos el Vizconde de Miranda, por su aficion al toreo, no había broma en que no se encontrara, ni noche en que, como los demás, no acometiese alguna arriesgada empresa: una de ellas, la [al] separarse de sus compañeros, sea que lo estuviesen esperando espresamente ó que por casualidad se encontrase en una reyerta de otros alborotadores mancebos, ello es, que hacia la calle del Silencio [Conde de Torres Cabrera] fué acometido de una manera tan brusca que vio en gran peligro su vida; defendióse como valiente; pero retrocediendo llegó hasta el pié de la cruz del Santo Cristo y amparóse en ella, haciendo esto huir á sus perseguidores; en esto comprendió que otro poder mayor que el suyo lo habia salvado de la muerte, y ofreció demostrar su agradecimiento á aquella imagen yendo todas las noches á rezarle un Credo á la misma hora en que recibió tan inmenso beneficio. D. Francisco Carvajal llegó á ser Coronel del provincial de Córdoba, y como tal asistió á la batalla de Ocaña, tan funesta para las armas españolas: tocóle formar en primera línea, y á los pocos momentos una bala de cañon le arrancó una pierna con parte del vientre, cayendo casi moribundo; sus soldados, que en estremo lo querían, formaron una camilla de ramaje y lo condujeron al pueblo mas cercano, muriendo el infeliz apenas llegó, siendo uno de los muchos cordobeses que han sacrificado su vida en defensa de la patria.