
Víctimas del desamor
Abandonados seres de soledades infinitas
Cuerpos que agotados entre sabanas húmedas se agitan
Libres, pesarosos de su albedrío, onanistas desamparados
Destrozos de humanos rotos en las piedras de la vida
Almanaques pesarosos de moscas raídos
Piso de pasillos alargados, enormes, infinitos
Losetas vivas saludan a las esquinas levantadas
Puertas de rancia madera olvidada
Calenturas de cuerpos ajados
Oquedades que la iglesia prohíbe que sean llenas
O cuando menos tocadas y liberadas del deseo
Camas de algodón egipcio muerto
Almohadas peladas de sucias machas olvidadas
Y en la entrada rótulos de lo que ya no es
De lo que en algún tiempo fueron