
Retazos de mi memoria, de mis lugares frecuentes, de mis recorridos, de mis escritos actuales, de los perdidos.
Apuntes de la historia de mi ciudad, de mis barrios, y mis historias, vivas, muertas, ¡qué más da!
A golpe de martillo, se cinceló la talla, para que nadie la viera, y quedara escondida, cumplida su función, día a día, lo demás… calla.
Historias publicadas, versos dormidos, poemas yertos y el postrer suspiro, del que, acabada la historia, ya no halla epílogo.