Esos Vilipendiados Caracoles

Costumbre cordobesa, a que fuera de aquí, nadie comprende. He llevado a cientos, no es broma, de foráneos, y ninguno, salva sea la excepción, ha podido con el asco que le ha producido. Mejor, a más cabemos.

Mas de cuarenta puestos, pero ya son de invernadero muchos de ellos, pues la temporada era Abril y Mayo, y ahora se extiende cuatro meses o más, de lo que no me quejo en absoluto.

Pero a pesar de ello, recuerdo cuando íbamos a cogerlos, los de hinojo, que decían que eran los mejores, por el sabor de la planta, la paliza de mi madre lavando, y el reventar de no parar, ¡qué maravilla!, pero para poder apreciar esto, hay que haber nacido aquí, y no me hubiera gustado no saborearlos.