Sueñas que te Soñé un Día

Sueñas que te soñé un día

Que fuiste para mi

La eterna esencia del amor

Y es cierto,

Que lo fuiste.

Hoy, olvidado el tiempo

En que era eterno

Quizás te preguntas

Por qué estás sola

Amarrada a un vaso.

Como si fuera mágico

Como si pudiera eliminar la pena

Como si encantara la dicha

Y te la trajera

No me ves donde te veo

Sentada en la fría piedra,

Abandonada al muro, despeinada

Medio desnuda quizás

Y tu cabeza descansa

Sobre un viejo muro de piedra,

Por no llorar.

Y aun te echo de menos

Con la certeza,

De que nunca

Nunca.

Es cierto,

Volveremos a estar juntos

Nos separa la vida

Sea tu culpa o la mía.

Tomaste un camino

Que no era el mío.

Quisiste un futuro

Quizás más afortunado

Quizás más vacío

No lo sé,

Ni te lo pregunto.

Solo sé, que aquí estoy

Viéndote

Medio desnuda y llorosa

Abandonada de la promesa

Del que prometió todo.

Y te abrazaría,

Te consolaría

Y te diría,

 que los días de felicidad

Volverían.

Pero sería mentira,

Porque, aunque quisiera,

Que quiero,

Mi amor,

No puedo.

Escogiste,

Y al hacerlo, dejaste

Los demás caminos,

Sobre todo, el mío.

Y lo siento, amor,

Pero no perdono,

Nunca lo haré

Aunque te ame

Más que a la vida.

Quizás llore,

Quizás sea desgraciado

Pero sé,

Que perdonar nunca es camino

De recobrar el amor,

A un ser querido.

Que lo hecho, se repite

Aun con pesar, pero lo hace

Y por eso no perdono,

No te puedo perdonar.

Y no creas, amor mío

Que me produce placer

El verte destruida

Con una copa en la mano

Medio desnuda al amanecer

Con la cabeza caída

Sobre un muro de piedra.

Te consolaría,

contigo lloraría

Hasta enloquecer,

Mi corazón al cielo subiría.

Pero no puedo, mujer

Quizás no lo entenderías.

Y con el alma en el suelo,

Me levanto y dejo de ver

Tu amada figura.

Y antes de desparecer,

Para siempre, y lo sé,

Me giro de vuelta

Te miro, y el corazón casi para

Y a pesar de lo que creas

Te deseo lo mejor.

Y me marcho,

Aun sabiendo

Que el alejarme de ti

Será sarmiento venenoso en mi pecho

Que mi corazón quizás no sane.

Pero, lo siento, mi amor,

Te lo repito,

Porque lo quiero creer

Que no volveré alma mía

Que no lo haré.

Y yo también,

Te sueño ahora,

Como te soñé un día.