Historias De Una Noche Cualquiera

Historias De Una Noche Cualquiera

Es una historia de una noche, de como aparecen los fantasmas, en el sonido de Joe Gilmore Band, mientras toca “Tiempo de noche es le mejor tiempo”, y quizás tenga razón, las noches han sido el refugio natural de los blues, del jazz, de la melancolía, de las confesiones de amor no correspondido contadas al oído del silencio.

Y la ventana se mueve al ritmo de un aire que no termina de calentar, y el sonido, más imaginado que audible, te interrumpe la ensoñación, y te lleva a otra, con el humo del cigarro que te va a matar, pero que ahora mismo es la panacea de todos los remedios contra la resaca del desengaño.

Y la noche imperturbable sigue, continua con su letanía de silencios, mientras Joe continua con su guitarra, haciendo que suba y que baje el ritmo de tu corazón al soniquete de las pulsaciones de su guitarra.

El vaho se aposenta en la ventana, se agarra a ella y quiere huir antes de que lo señales, lo llenes de algo que quizás pueda ser un corazón, o quien sabe que, por ello desaparece.

El humo del cigarro, va hacia ti, intenta hacerte compañía, te llama a que lo aprietes entre tus dedos y lo lleves a tus labios, y la mente se marcha hacia donde no quieres, y vuelve el recuerdo, su sonrisa, la brisa de un eterno amanecer, ¡y que oscura es la noche!, y sus dientes blancos, y su cabellera que se mece, ya no, sonríes, se mecía, ahora solo lo hace la ventana, golpeando con silencios. Apagas el cigarro, la noche comienza o acaba, ¡qué más da!, al final solo quedas tú, solo eso, sopo tú, y tu melancolía, Joe se fue, el cigarro se acabó, y el vaho ya no dibuja nada…