De nuevo Aquí…

De nuevo aquí, añorando cosas, sintiendo lo que no debo de sentir, quizás enfadado por traidores, cansado de vendedores de cuentos, agonizando a las reflexiones de estúpidos, y esquivando las malquerencias de aquellos que aseguran que nos llevan a mejor puerto.

Por todo lo dicho, ahora mismo, quisiera volver a esa niñez, en la que nada era imposible de resolver, que todo fluía con la calidez de la inocencia, donde madre era la diosa, y padre Superman, donde todo olía a hogar, y lo más grave, era que no te castigarán en el colegio, y no sabías nada de la letra que no se puede pagar, de que tu padre tenía un jefe que su madre se vendía por poco dinero, que la luz, era un lujo, “apaga la luz”, donde el barreño de zinc, en ocasiones, suplía la bañera, donde las tías venían a hacer roscos, donde jugabas como loco, mientras los abuelos nos miraban, como pensando en lo que nos esperaba de mayores.

Nada sabíamos de cuotas, de enfermedades, de problemas, de suciedades, de indefensión, de frio, de quedar a la intemperie, de la soledad sin solución, de… tantas cosas, y miras a toro pasado, y piensas que hasta el rabo todo es toro, y que por mucho que tengas amarrado todo, la vida, te pega un volantón que te deja mirando al sitio más insospechado.

No se me oye el suspiro, pero lo ha habido, recuerdos… solo recuerdos, pero pensad cada uno en vuestra edad, que tengamos la que tengamos, aunque sean pilas de ellos, que seguimos siendo niños, más malvados, más asustados, mas peligrosos, con la cara marcada por la edad, el cuerpo tallado por las dificultades, pero al fin de al cabo, niños, que de vez en cuando, nos gustaría que nuestra madre, a la que no le llegamos a las rodillas, nos abrace y desaparezca esa sensación en el estómago que te hace sentirte mal, porque todo, a pesar de todo, está fuera de control, y deseas solo eso, un momento sin preocupaciones, protegido de todo, pero no… no es posible, solo que te gustaría.