Hoy Sentado Tranquilamente en mi Sofá

Hoy sentado tranquilamente en mi sofá, el viejo, ajado, cansado y trasteado sofá, me voy a atrever a hablar, más bien a escribir, sobre lo que pienso del día a día, mis cosas obvias, mis verdades de Perogrullo, que a fin de cuentas son las que entendemos, es la facilidad que da la verdad, y no la verborrea de la mentira de los fulleros.

La huelga de camioneros, verdades y mentiras; quizás tengan razón, posiblemente, porque ellos son los dueños de los camiones, pero compran las cargas a empresas que las manejan como si fueran productos, que lo son, y por ello me temo, que se quedan con la mayor parte del precio, y como ocurre en todos lados, el pan no es para el que se lo trabaja, sino para el que lo gestiona.

¿Qué ha pasado?, han subido los costes, ya no es que no sea rentable, quizás lo fuera para un mileurista, pero jugársela apostando todo a una máquina costosa, sin descanso, en horarios que marcan terceros sin alma, y tirados todo el día, la verdad, para ganar mil euros, no es necesario tanta historia.

Y el gobierno, este que nos está metiendo en una Malezuela, con el apoyo de nuestro inefable Zapatero, de ignominiosa memoria, en lugar de hablar con los que se rompen el cuerpo a base de kilómetros, habla con los que también los tiranizan, ¿Qué podía salir mal?, el caso, es que faltan alimentos, repuestos, materias primas…, los supermercados como en Malezuela, la guardia civil actuando como las defensas civiles, y detenidos, muchos detenidos, que además cuando de la boca de los impresentables salen cosas como “está dirigida por la extrema derecha”, “son gente que apoya a Putin”, se me hace un nudo en la garganta, porque recuerden como empezó aquel país que se llamó Venezuela, recuerden…