
Mujer, gratia plena
Enganchado a tus caderas
Ángel caído,
Sobre mi cama
Belleza pura
Inenarrable
Aferrado a ella
Duerme amada
Inalcanzable,
Atenazado a ella.
Imposible
Encadenado a ella
Y se te escapa
Entre las manos
Por entre el alma
Vacío te deja
Solo la queja
Del ángel ido
Del amor perdido
De lo vivido,
y, sobre todo,
De los días de niebla
Que fueron
Y que, de sol,
pudieron haber sido.
Pedro Casiano González Cuevas 2.020