Llevo unos Días…

Llevo unos días sin preñar la pantalla del ordenador con mis locuras, que sirva para algo mi masculinidad olvidada, aunque sea solo para eso.

Fuera las bromas, me muevo, me estoy moviendo en círculos concéntricos, lo que significa en andaluz, galopando en una loseta, haciendo el imbécil, según definición de mi padre, el cual no es que no me tuviera cariño, es que se le olvidaba que existía.

Pero olvidemos eso, que llevo líneas de morralla, sin añadir nada que merezca la pena, lo cual muchos afirmarán que es la tónica general de lo que hago cuando tomo el teclado de un ordenador.

¿Por qué lo hago?, quizás por el hecho de que lo que me rodea, no me gusta, España cae por el precipicio, sabiendo que el golpe con la tierra, la dejará a trozos, de tal forma que salvarla puede ser un milagro, cosa que no creo, pues juntar cuesta mucho trabajo, despegarse es fácil, junto con eso, los malditos marroquíes, que se les han subido los huevos ante la cobardía de los que una vez fuimos algo, ahora simples monos homosexuales que ahora sí se sabe porque tienen el culo colorado, los ingleses, homosexuales sádicos, que la han tomado con Gibraltar, malditos hijos de putas tiñosas, salieron con el Brexit, ¿por qué no se van a tomar porculo con ese rey que parece de segunda mano, y una reina, que es la madame de un oscuro y perdido puticlub de cartera, en el cual para el cerdo marroquí, a que le arreglen las lunas traseras, cualquier peleador drogadicto en horas bajas?

Y qué decir de Europa, lupanar puerco entre los más sucios, eso sí, donde los sobornos son más cuantiosos, donde los socios se comportan como lo que son, enemigos unos de otros, con agravios seculares que no se arreglarán con la firma de unos papeles que se olvidaran cuando suenen los primeros disparos, ¿o alguien piensa en un feliz noviazgo entre los moritos de Turquía, y los ortodoxos griegos?, eso unido a lo de Ucrania, con los laberinticos rusos, que les gusta más una encerrona que a una novia caliente.

Rusos, chinos, ingleses, marroquíes, franceses, hemos olvidado a mil, por no hace más palabras, el caso es que no somos nada, y los españoles menos, pero quizás la solución sea la de los locos, una de deficientes mentales, pero que funciona, fabriquemos en secreto bombas atómicas, podemos hacerlo y en cantidad, en secreto, y que un día, cuanto menos se tarde, mejor, hagamos un paseíto, el mismo día de las fuerzas armadas, con los lanzadores que tenemos que son increíblemente buenos, con su cabeza nuclear, de las gordas, de las de matar bien, con su nombrecito, Marraquesh, otra Casablanca, la siguiente Oxford, la que continua, Londres, y así hasta conmemorar las mil que tengamos, como diciendo, cuidado “semos peligrosos”, nos querrán lo mismo, tan solo que desde ese momento lo que digan será sincero, seremos los hijos de puta de los españoles, una gente malvada, que vive en la violencia, y si las cosas se ponen crudas, pongámosles a los cohetes, nombres conocidos, Barcelona, Guipúzcoa, Girona… salen muchos nombres, ¿no es cierto?, pero me da una sensación de tranquilidad pensar en esas situaciones, pues seguro que estaríamos más tranquilos, más sosegados, más conformes con nosotros mismos, ¿Qué nos echan de Europa?, bien, más nombres, Berlín, Bruselas, y por supuesto, dedicado, Paris, Aviñón, Marsella… que a gusto me estoy quedando.

Se despide con su última locura, su seguro servidor de nadie.

Yo mismo.