Brilla Bailarina

Quince años tiene, ha llegado como una flor, y gira como una bella peonza en el escenario de madera, que suena y suena.

              Y los faralaes que se vuelan, al giro de sus caderas, que ya no es niña que baila, sino mujer que enamora.

              “Cuidao”, Bailaora, que tu giro, tu taconeo, no es el de una niña mecida por la inocencia, sino la herencia de la mujer andaluza, ya eres mujer que sueña y hace soñar, la bordadora de quimeras, la que con sus movimientos hace que la mente sueñe en que el cielo existe, aquí en la tierra.

              Ya no eres mi niña, que balbuceaba lo que quería, sino una orgullosa mujer, que lucha por lo que quiere.

              ¡Bravo!, mi niña, que tu carácter te lleve donde tu mente le pida, que tus caminos se extiendan más allá del horizonte. Sueña, lucha, vive, que tu meta está… donde tu quieras, que Dios te ha dado la fuerza de un alma libre, de un carácter de conseguidora.

              Nada es imposible, la meta está en ti misma, ni siquiera tu sabes de la valía de tus poderes, sueña bailarina, suena flamenca, que los sueños de hoy, los vivirás de seguro.

              Domina el caballo indómito de tu carácter, no que le quites la fuerza, sino que no te arrastre a donde, al final, no quieres. Que te lleve, que te levante cuando caigas, que lo harás seguro, y continúa, orgullosa, fuerte y segura, flor del recóndito sur.

              No te dejes engañar por el canto de las sirenas, que hoy te encumbran, mañana te entierran, se tú, se quién eres, que no subas tanto, que el bajar sea un calvario, y sigue, lucha, sufre, que al final, aunque sea por cansancio, el sueño se cumple.

              Brilla “bailaora”, sobre el tablao, en un libro, brilla, ya no eres la niña, ya eres mujer, de las de tomar en serio, de las que escriben los libros, de las que se cuentan historias, sé…, sé…, lo que quieras, tu eres de ese escogido ramo, de aquellos tocados por la chispa del genio.