La Lenta Agonía Hacia un Mundo Nuevo (I)

Saludemos a aquellos que nos han guiado a la senda del precipicio, y no solo nos han dado un empujón.
¿Quiénes serán?
¿Quizás la cohorte de hijos de la gran puta que gobiernan nuestras vidas? (Inciso, que a gusto me he quedado)
Yo no he autorizado a nadie a que juegue con mi vida, apostándola en cualesquiera de sus patéticos juegos para conservar su status quo.
Dicho esto, que suena a grito desesperado, hablemos de la situación en la que nos ha puesto el Covid, si, el puto Covid.
Partamos de la base de que sea o no de naturaleza artificial o natural, nos ha pillado con los pantalones bajados, ¿Cómo es posible?
Subnormales al poder…
Virus de RNA corto, es decir que cualquiera con dos dedos de frente, de mil a tres mil dólares, y mala leche, puede modificar la cadena genética de estos simples virus, ¿Puede ser el caso?, a mi corto entender, me parece extraño que, desde el SARS a otros tipos de virus similares, hayan estado apareciendo en distintos lugares, con parámetros diferentes, me explico.
Aparecen en lugares desérticos, en urbes superpobladas, como si alguien, o una naturaleza enfadada, estuviera probando cual es el más mortífero, y al final se encuentra el Covid, que me asusta decirlo, no tiene que ser el último, sino más bien el primero de una terrorífica saga de virus con capacidades de supervivencia más allá de lo imaginable.
Esto trae a mi mente un dicho popular, “matar a un cochino a pellizcos”, es decir, cansino hasta lo inenarrable, tenaz como nada, e indestructible por demás, eso posiblemente sea el Covid, es decir, algo que no produce aparentemente un daño demasiado importante, que además solo tiene efectos demoledores en las personas de mayor edad, bien, soportable, diríamos, hasta que nos damos cuenta de que es algo más perverso, que no ha pasado como si nada, sino que ha causado daños reales, de entidad, pero eso al tiempo, no en el momento, Terrorífico, ¿verdad?, si, pues nos ha tocado.
Aunque nos pongamos de canto, nos pilla, algo cuyo primer y demoledor poder, es el del contagio, una capacidad pocas veces vista de saltar de una persona a otra, quedando en el aire, riendo de máscaras, precauciones y demás, penetrando en los lugares donde llegue la brisa, y permaneciendo en cualquier sitio en el que haya sido depositado.
Un virus, al que el propio cuerpo al defenderse se destruye, que no permite crear anticuerpos que sean duraderos en el tiempo, que vuelve a dejarte indefenso pocos días después de aparentemente sanar, algo que nadie podía imaginar, aquí esta.
Un ente sin cerebro, que pasa como si nada sucediera en los cuerpos jóvenes y sanos, los cuales, tiempo después, denotan que han sufrido secuelas que solo dan la cara, cuando pasa el tiempo, como si de bombas de relojería se tratara.
Algo que ataca a los lugares donde se reúne la gente, que nos deja heridos, para que podamos nosotros sin saberlo, seguir matando, algo que, a fin de cuentas, parece ser más inteligente que nosotros, que todos nosotros, ¿Qué es?, demasiado certero opino, como si hubiera sido estudiado para que atacara en frentes demasiado concretos y certeros, sin piedad, sin prisa, sin impacto casi a priori…
aminado, sino que al final, como no podía ser menos, nos han dado el último