Cartas a Nadie. ¿Autónomos o Deficientes Mentales? (De un País Imaginario)

Autónomo que cotiza, poca inteligencia tiene, da regalo a un gobierno que lo estafa, que lo ningunea, que basándose en un sistema Ponzi, le arrebatará lo que ha cotizado, dejándoos, suficiente quizás para el bocadillo de mortadela, pasada de fecha y encajada en pan duro.
Eso sin contar con que no enferméis; primero, que para daros la bien vendida baja, va a ser complicado, y si además tenéis una enfermedad o accidente, pedidle a Dios que sea mortal, en otro caso, os vais a quitar el hambre a hostias, y quizás podréis luchar con las ganas del que creía en sí mismo, todo eso, hasta que fundáis los ahorros, y al final se os quede una cara de gilipollas como la mía.
Si esto fuera acerca del citado e imaginario país de mierda, mil veces tendría que no haber estado dado de alta pagando una pasta durante decenios, para que me encuentre ahora, averiado en todos los sentidos, y muerto de hambre; reíros imbéciles autónomos (del estado imaginario), pero son más de treinta años para que no te den nada, y cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon tus cojones a remojar, porque yo pagaba, y bien pagado; mejor haber robado, no estar de alta, y generar tanto dinero negro como hubiera podido; por supuesto, nunca sería en España, hablo de un imaginario país de mierda, no como el nuestro.
¿Solidaridad?, una mierda muy grande, maldito país (imaginario) que nos paga así a los que hemos creado mil veces la riqueza que en mala justicia nos niegan, como si se tratara de lo que realmente son, una pandilla de estafadores de baja ralea, de trileros que contando con recursos ilimitados, que sacan de nosotros, los usan para destruir lo poco que les queda a aquellos que hemos creado, rompiéndonos el cuerpo y el alma, la mayoría del trabajo para asalariados, los cuales, afortunados, disfrutan de ventajas sociales mucho mejores que las de los que los han contratado, lo cual no es motivo de discordia, sino profunda reflexión, creo, para no crear puestos de trabajo ni con una pistola en el pecho.
Nosotros, hijos de la ilusión y de la voluntad, somos peones en manos de un leproso estado (imaginario) que apesta con su inmundicia cualquier cosa que toca, no paguéis lo que no os van devolver, por mucho que os prometan, es una estafa piramidal, cuando falten incautos, miseria a repartir, salvo para los que reparten, por supuesto, en el estado imaginario.
Si alguien quiere crear puestos de trabajo, que los cree el estado (imaginario), trabajad lo que queráis, pero vosotros solos, no deis de alta ni la luz, guardad todo, no coticéis nada, pagad impuestos cuando no tengáis más remedio, creedme, nadie os va a devolver nada. Como es obvio, esto sucedería en el mismo país de antes, una sociedad distópica, muy diferente, por supuesto, a la idílica en la que afortunadamente vivimos.
Viva nuestros magníficos gobernantes, larga vida a aquellos que nos cuidan tan bien, que se desviven por nosotros, y que nunca les falten recursos para comprar coca…. Cola.
PD. Si os sale un hijo emprendedor, castigadlo duramente, no lo dejéis caer en una vida en la cual nada bueno le espera, corregidlo, y guiadlo en la dirección apropiada, la del excelso funcionariado.