Sueñas, en mi Sueño Caliente

Sueñas, en mi sueño caliente
Tus acres olores de prima mañana
La connivencia de los atardeceres
El sabor de tus labios de amanecida
Tus pechos de sudor granados
Y tú presencia de hembra
De calor, de humanidad llena
Tu rastro de curvas y huecos
Tu ropa interior de bordes gastados
El susurrar de tu intimidad despierta
Los bordes calados
Tus rosas pequeñas
Tus bordes bordados
De la intimidad de ropa quitada
De piernas abiertas
De secos tirones
De ansia arrancadas
Mil veces rotas
Mil veces obviadas
Axilas calientes
De broncos abrazos
Llenas de selvas
De tonos dorados
Tu bella entrepierna
De rubio esplendor
De cabello enredado
Los matices de la mariposa
En carne granando
Y los labios húmedos
En ti, henchida, abierta
Como si de amor murieran
El encono mío
De entrar en tu cuerpo
tu cálida hambruna
Por recogerlo
El olor de tus pechos
Abre y amargo
De tu sexo turbio
De rocío mojado
Amor de jergón
De lugar olvidado
De rancia solera
De aroma desalmado
Y ese roce furtivo
De topar al borde
De tu bello cuerpo
Y sentir cuando ya no avanza
Que romperme quieres
Del placer que te embarga
Y lleno tus paredes
De mi joven vida
Y ver en tu cara
Los labios hinchados
El trémulo sexo
Romper a mi lanza
Y rota la tensa guarda
Dejarte caer ahíta de sexo
Y reirá y besar
Esos labios hinchados
Calientes y húmedos
Y sentir tu lengua
Acariciar mi saliva
Danzar en mis dientes
Y ver tu sonrisa
De hembra sudada
De olor a amor hecho
A vida vivida
En un triste lar
Donde nada existía
Y nada poblaba
Si no era el amor
Que nos iluminaba
En la vieja casa
Donde ya nadie vivía.