Cuidaros de los que os Sonríen

Cuidaros de los que os sonríen,

pues en ellos,

está la esencia del mal,

de aquellos que cuidan el negro pozo de oscuridad,

en el que en cualquier momento podréis estar.

Pedir a aquel en quien creáis,

que os conserve la salud,

que no os haga enfermar,

pues si caéis en la profunda sima de la Seguridad Social,

seres engullidos por una bestia animal,

poco a poco desapareceréis,

eliminados,

sois inútiles,

números que dejar fuera,

recortes de quirófanos,

desechos de tienta,

que nada valen ya.

Próceres Doctores,

que la mayoría no lo son,

emitirán dictámenes,

que no se adecuan a la realidad,

pruebas pocas,

interés menos,

todo el que ven es un farsante,

que solo a quejar viene,

a robar su preciado tiempo,

que deberíamos de usar,

para adorarlos,

como lo que son,

divinidades que deciden quien vive,

quien morirá.

Vara rasa,

todos desechos,

y simuladores,

solo ellos en posesión de la verdad,

ángeles de alas blancas,

que se quieren creer,

cuando, como satanás,

se imaginan que siguen de alas níveas,

cuando las cambiaron por negras de pez.

Poco gasto para los perros que al final han de morir,

lástima ninguna,

consideración menos,

no pillarse los dedos,

y a final de mes a cobrar,

que los objetivos se obtienen,

se hayan conseguido o no,

¡qué más da!,

pues tratan con ganado,

y el ganado, es raro, que se vaya a quejar.

Rebaño de moribundos

con las manos alzadas

implorando salvación,

cuando los salvadores,

peores que el diablo son,

pues el demonio trabaja para tentarte y que caigas en el mal,

pero esos llamados doctores

ni un solo músculo moverán,

se quedarán mirando como languideces,

cómo te conviertes en ceniza,

que al final,

en algún vertedero,

irá a parar.