Al hilo de “Córdoba se muere”

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

Al hilo de “Córdoba se muere”

Sé que en mi escrito anterior toqué toda clase de sensibilidades, me encanta, ¿por qué?, porque incluso en las más adversas, se denotó que tocaba una fibra muy sensible, el amor por Córdoba, e incluso en esas que me ponen como un trapo, se deja entrever que desde cualquier ángulo, sea de derechas, de izquierdas, de desagrado, de malestar, se deja vislumbrar que estos, todos los que habéis opinado, tenéis un motor que es el mismo que el mío, el amor por nuestra madre común, Córdoba.

No sé si me equivoco o acierto en mis palabras, pero el “rabiaero” de muchos, la complicidad de más, y el apoyo de un gran número, me llena de esperanza, que nunca la he perdido, de que somos muchos los que la amamos a Córdoba, fuera de cualquier otra cosa que defendamos o queramos.

Yo solo quiero una cosa, “DESPERTAD”, basta ya de victimismos, de dejar que otros mangoneen a nuestra madre, que nos equivoquemos si es necesario, pero que hagamos algo, lo que sea, pero que no nos coma la mierda.

¿Qué es el turismo, la agricultura, la minería?, lo que os dé la gana, pero la veta más importante es el espíritu, y aquí faltan muchas cosas, pero de COJONES, andamos sobrados, dejémoslos para conseguir lo que nuestra tierra necesita, no para sacarnos las tripas.

No es por “tirarme el pegote”, pero he dado muchas vueltas por esos mundos de Dios, he visto cosas que nadie creería, maravillas, pero cuando he cerrado los ojos he pensado que mi tierra vestida con la voluntad que le echan los habitantes de esas ciudades, volvería a ser un faro en el mundo.

Nos falta fe, fe en nosotros mismos, nos dejamos morir con la cobardía del pobre, con “será que Dios lo quiere”, y una leche, Dios, cualquiera, no puede desear eso, y si lo desea, que se joda, que poniendo fe, espíritu y voluntad, se consigue casi todo.

No quiero hijos del desánimo, gente que tira la toalla, ¿Qué cuesta trabajo?, más que morirte, pero si tienes un objetivo nada importará, porque amigos, todos, incluso los que me odiáis, no somos los propietarios de Córdoba, ni muchísimo menos, somos los cuidadores de esta maravillosa ciudad que nos han dejado en usufructo para nuestros descendientes, nada más nada menos.

¿Y las excusas?, hasta el más tonto tiene una, que si el Ayuntamiento, que si la Junta, que si el Gobierno, que si tal, que si Pascual, pero a mí me da igual, el que está como está, es que se lo ha buscado.

¿Qué no me queje?, hasta que me duela la boca, en mi caso los dedos y los ojos, pero ¿estarme quieto?, ni con anestesia, así que ¿Cómo hacerlo?, no lo sé, pero si despierto una sola conciencia, me doy por satisfecho, que siempre cuatro manos han hecho más que dos.

Queridos conciudadanos, solo me queda deciros una cosa, si nos estamos quietos, aguantando lo que nos echen, nos merecemos cualquier cosa, ¿qué hacemos algo y nos equivocamos?, bienvenido sea, que a base de equivocaciones se acierta, lo demás es demagogia, que nada es gratis ni fácil, ¿pero cojones?, que los cordobeses hacemos un reloj de palo y anda, ¿no vamos a ser capaces de volver a darle la dignidad que tenía a esta magnífica ciudad nuestra?