Andaluz, Lenguaje o Dialecto, o…

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Es una de las muchas preguntas que se hace una persona que vive por estos pagos, ¿es el andaluz una lengua diferente del resto, un dialecto, o quizás una pequeña derivación del castellano o español?
Lo primero que tenemos que definir es cuando se considera a una derivación de un lenguaje como distinto del primitivo, y aquí encontramos el primer problema, ¿Cuándo empezó el castellano a diferenciarse del vulgo latín?
Bien es cierto que las diferencias son tan notables que hacerse entender en latín no presupone ni muchísimo menos comprender el castellano, sin embargo, viendo las diferencias entre las lenguas que se producen, gallego, catalán, valenciano, no podemos decir lo mismo, pues basta un esfuerzo en atesorar las palabras que son totalmente distintas, para entenderlos en mayor o menor medida. Digan lo que digan los parlantes en ese idioma. Baste un ejemplo, ¿qué es más fácil aprender valenciano o alemán?, supongo que el valenciano, que casi utiliza las mismas reglas de construcción del castellano.
¿Cuál es el momento en que se diferencian el castellano y el gallego?, habrá teorías de todo signo, cualesquiera de ellas son válidas, no soy filólogo, solo lógico de andar por casa.
¿Ha existido ese momento con el andaluz?, no lo sé, no se siquiera si se puede considerar un dialecto, lo que, si sé, es que, si hablo rápido, un castellano no me entiende, porque el andaluz tiene una regla que es la máxima en un idioma hablado, la simplificación.
¿Qué es la simplificación?, simplemente utilizar el menor número de vocablos o palabras para definir algo. Ejemplo, “cucha”, un andaluz sabe lo que es “escucha”, dos silabas en lugar de tres, economía del lenguaje, “malange”, por “mal ángel”, las mismas silabas, sí, pero dilo en voz alta, te has quitado el diferenciar una palabra de otra, más economía.
Es decir, un señor de Valladolid, hablará un perfecto castellano, nosotros un pésimo castellano, pero un magnífico andaluz, que, con menos palabras, con menos sílabas, con menos esfuerzo, hace que nos entendamos perfectamente.
Por eso cuando veo escrito el andaluz, que pasa para casi todos por ramplón y vulgar, yo me asombro de la inteligencia cotidiana de aquellos que lo hablan, que han sido capaces de mejorar, si mejorar, un idioma que a fin de cuentas se tiene que adecuar al paisaje, y ese horizonte, es el nuestro, no el de la meseta.
Francamente a mí me da igual si es un lenguaje, un dialecto, una vulgarización, lo que sea, lo que, si es cierto, es que cuando hablo en tertulia con los amigos, andaluces como yo, nos entendemos perfectamente con menos palabras y definimos en una sola de ellas, situaciones complejas, a pesar de que el de al lado, si no es de nuestra tierra, no se entere de “na”