El Último Jinete del Apocalipsis

El último jinete del Apocalipsis

Se llama como yo, más bien tendría que llamarse Judas, que lo sentiría por ese nombre, pero en este caso, Pedro, es roca, y en el mal sentido, un problema, pues seguirá su camino, aun sabiéndolo equivocado, pues no es presidente por los españoles, sino a pesar de los españoles. Pero resumiendo, mal país somos, pues cada nación, tiene el gobierno que se merece.

Pues más que político, es trilero, de los que ofrecen las mejores opciones, las marea, y al final la bola roja, la esconde en la mano, y lo más triste, es que nadie de su partido, que consideraba más o menos sensato, haya puesto el grito en el cielo. ¿Tan bien cebados están, que como sátrapas lo permiten todo por seguir medrando?

¿Qué no ha vendido?, ¿Qué no ha mentido?, ¿Dónde está el límite?, esas preguntas sin respuesta, son las que realmente me dan miedo, sumando por supuesto las amistades peligrosas de los sobrinos de Chávez, hermanitos de Maduro. Dios los cría y ellos se juntan.

¿Tan idiotas nos considera a nosotros, los ciudadanos, como para arrogarse el derecho de decidir nuestro futuro, con cambios que en el mejor de los casos solo serán problemas?

Nunca se equivoca, su frase es “perseverad, aunque estéis en lo desacertado, pues al final la constancia vencerá a la ética y a la inteligencia”

¿Un comunista disfrazado?, quizás el lobo rojo disfrazado de corderito rosa, pero por supuesto, socialista del siglo XXI, no, sino de los de Iglesias, el socialista, no el Coletas, de los de palo al que no sea creyente, a los que hacían de derechas a los comunistas actuales, si, a los sometidos a ese engendro llamado Podemos.

¡Qué casa de locos!, más bien el Patio de Monipodio, donde cualquier cosa se podía pretender, salvo que fuera cierto, pues el que era ladrón, hacia santos a los demás, y aquí, en lo que queda, apenas solar patrio, el destrozo va a ser de los de no poder arreglar, mucho me temo.

A este paso no van a quedar ni los muebles, el centro destruido, la derecha… que descontrol, cada uno quiere el nombre, pero la casa sin barrer, y se acaba el día, que mañana, mucho me temo que la casa será de otro, o quizás sea derribada.

¿Qué futuro nos espera?, y ahora que lo pienso, ¿no es lo más terrible, que todo sean preguntas?, me ha dado un escalofrío al pensarlo, pues, cuando existen tantos interrogantes, y tan pocas certezas, el futuro se avecina negro, como ala de cuervo, y eso temo, que no es por mí, que ya soy viejo y de culo pelado, como mandril, sino por aquellos que les queda la vida por vivir, pues a nosotros, que casi la hemos vivido, tal como van las cosas, y el futuro ese que auguran, mas vale que desaparezcamos, que hagamos con dignidad nuestro ultimo mutis por el foro, eso sí, enfrentándonos a los traidores, aunque sea en silla de ruedas.