La Conquista De España (Sexta Parte)

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Colección De Tradiciones Relativas A La Conquista De España (Sexta Parte)

Ókba permaneció gobernando la España hasta el año 121, en que los berberiscos, partidarios de la secta de los Ibadhíes y Sofríes se sublevaron, y habiendo elegido por su jefe a Maicara Al-Mahfuz Al-Madgarí , marcharon contra Omar ben ÁbdAllah Al-Moradí, gobernador de Tánger, que salió a combatirlos y fue muerto; entraron en la ciudad y mataron a sus habitantes, sin perdonar , según dicen , ni aun a los niños , dirigiéndose en seguida contra Ifríkiya.

Todas las tribus berberiscas se levantaron contra los árabes que tenían en torno, matando a unos y ahuyentando a otros. En tanto que el gobernador de Ifríkiya, Bixr ben Safwan, estaba ocupado con estas novedades, Ábdo-l-Mélic ben Kátan Al-Moharibi (Moharib de Fihr) se rebeló contra Ókba ben Al-Hachchach y le destituyó, no sé si le mató , ó le hizo salir de España, quedando dueño de ella todo lo restante del año 21 , y los de 22 y 23, hasta la entrada de Balch ben Bixr Al-Koxeirí, y Al-Kaabi , con los siriacos.

Más adelante referiremos la causa de su venida, según la tradición que se insertará después.

Volvamos ahora a la de Muca ben Nosair. En el año 96 murió Al-Walid. de edad de 46 años, habiendo nacido durante el califato de Moawiya.

Sucedióle en el trono Suleimán, al que se anticiparon Tárik y Moguits, quejándose amargamente de Muca.

Expusieron su conducta con Tárik en el asunto de la mesa, y lo que había hecho con Moguits con motivo del Gobernador de Córdoba, añadiendo que había adquirido joyas de tanto valor, que ningún rey las había reunido semejantes, si se exceptúan las de los reyes persas.

Cuando Muca se presentó, el Califa y su hijo le pidieron explicaciones de su conducta, y dio algunas excusas. Díjole entonces (Suleimán) :

«¿Y la mesa?

— Hela aquí.

— ¿Se hallaba en esta forma, con un pie roto?

—Así estaba», replicó Muca.

Entonces volvió Tárik la mano a su kabá J y sacó el pié.

Con esto se persuadió Suleimán de que Muca mentía y de que Tárik decía verdad en sus acusaciones; mandó prender a aquel , y le impuso tan fuerte multa , que tuvo que pedir prestado a los árabes, y se cuenta que la tribu de Lajm dió la suma de 70,000 monedas de oro, descontándola de la paga que le correspondía, porque Muca estaba casado con una mujer de esta tribu , la cual tenía un hijo pequeño y noble, a quien Muca había cuidado y educado y hecho mucho bien, por lo cual la tribu de Lajm le estaba agradecida. Otros dicen que tenía parentesco de afinidad con los de Lajm, por la hermana de Habib Al-Lajmí, al hijo del cual eligieron gobernador los españoles cuando la muerte de Ábdo-l-Áziz ben Muca.

Esta es la opinión más recibida con respecto a su parentesco con la tribu de Lajm.

Salida de Coltsom ben lyed Al-Koxeiripara Ifríkiya

El emir de los creyentes, Hixem ben Ábdo-l-Mélic, le envió con un ejército, y dispuso que si moría Coltsom , que ya era hombre provecto, le reemplazase en el mando su sobrino Balch ben Bixr, y en el caso de que éste también muriese, Tsaalaba ben Calama Al-Ámilí, jefe de la división del Jordán.

De cada uno de los distritos militares de Siria reunió seis mil hombres, y tres mil de Kinnesrin.

Salió, pues, con veinte y siete mil, después de haber publicado que se permitía el saqueo y de haber elegido los jóvenes de quienes podía esperarse mayor esfuerzo y vigor.

Al llegar a Egipto, escogió de las tropas que allí había tres mil combatientes; por manera que su ejército llegó a treinta mil hombres de tropas regulares, sin contar los muchos que le seguían como voluntarios.

El emir de los muslimes le había dado orden de que siguiese los consejos de Haron Al-Karní, liberto deMoawiya ben Hixem, y de Moguits, que lo era de Al-Walid, por el conocimiento que ambos tenían del país: escribió además al Gobernador de Ifríkiya, mandándole que obedeciese a Coltsom, y le entregase las tropas que tuviese del Chund, ó de los voluntarios.

Llegado que hubo a Ifríkiya, uniéronsele muchos de aquellas regiones por donde pasaba, y de los árabes de Tánger que allí había, ascendiendo su hueste a setenta mil hombres.

Dio el mando de la infantería de Ifríkiya a Moguits , y a Haron Al Karní el de la caballería.

Llegó a noticia de los berberiscos y de Malcara la aproximación de este ejército, y reunieron el suyo. Ya hemos indicado la causa que les había impulsado a la rebelión; sin embargo, los que murmuran de los príncipes dicen que se sublevaron irritados por los excesos de los recaudadores de impuestos, y porque el Califa y sus hijos solían escribir a los de Tánger pidiéndoles pieles de corderillos rubios (nonnatos) , y muchas veces degollaban cien ovejas sin encontrar piel que les conviniese; más éstas son murmuraciones de los que se hallan mal con los príncipes; porque, a ser verdad, ¿que significaban el gobierno que se había establecido y la costumbre de poner Coranes en lo alto (de las lanzas) , y de rasurarse la cabeza , a imitación de los Azraquíes y gente del Nahrawan, sectarios de Ar-Rasibí Ábd-Allah ben Wahb y de Zaid ben Hisnxem.

Vino Maleara con un ejército innumerable, y encontró a Coltsom ben lyed en el paraje llamado Bacdora.

Al ver éste cuán grande era el ejército enemigo, se rodeó de un foso, y Haron y Moguits se llegaron a él, y le aconsejaron que permaneciese en aquel atrincheramiento, y los entretuviese con escaramuzas ligeras, mientras ellos con la caballería hacían algunas excursiones, y obligaban a los berberiscos a acudir en defensa de sus aldeas y familias. En este pensamiento estaba Coltsom, cuando entró Balch, su sobrino y sucesor en el mando, al cual jamás contradecía, y le dijo: «No hagas tal, ni te arredre la muchedumbre de enemigos, pues están en su mayor parte desnudos y desprovistos de lanzas y demás armas.»

Presentóles, en efecto, la batalla, confiriendo el mando de su caballería a Balch, de la

de Ifríkiya a Haron Al-Karní, de la infantería de Ifríkiya a Moguits, y atacando él con la de Siria. Trabóse un encarnizado combate, y acometiéndoles Balch con la caballería, le hacían frente con pieles secas llenas de piedras, con lo cual se espantaban los caballos de Siria; cogieron además yeguas indómitas, y después de haberles atado a la cola cántaros y cueros secos, las soltaron en dirección al ejército de Coltsom.

Asombráronse los caballos, gritaron los hombres, y se apearon la mayor parte, que era lo que procuraban los berberiscos, porque eran muchos en número, y no tenían caballería que pudiese resistir a la de los musulmanes.

Balch, sin embargo, permanecía al frente de un cuerpo de doce mil caballos, y según otros, de siete mil, que es lo más cierto, y mientras los demás jinetes dejaban sus cabalgaduras, y el desorden cundía en las filas, por la acometida de las yeguas de que hemos hablado, arremetieron los berberiscos, y embistióles también Balch con su caballería , sin poder romperlos , porque sus caballos se espantaban , antes bien retrocedieron (sus escuadrones), desordenando las filas de la infantería siriaca, y sin tener donde revolverse. Viendo al fin el ímpetu de los berberiscos, dio Balch tan furiosa arremetida, que atravesó completamente todo el ejército enemigo; más al regresar, volviéronle caras, y quedó una parte (de los berberiscos) peleando contraColtsom, y otra contra Balch , al cual cerraban el paso para que no pudiese reunirse con el resto del ejército.

Quedaron a la espalda tercios numerosos combatiendo a Balch , miéntras Maicara con las demas tropas cerraba con Coltsom. Habib ben Abióbaida Al-Koraxí, Moguits y Haron fueron muertos; la infantería y caballería de Ifríkiya emprendió la fuga. Mantúvose firme Coltsom, quien pasó por junto áun siriaco, persona fidedigna , la cual me ha contado que habiendo recibido una cuchillada en la cabeza , y como le cayese la piel de la frente sobre los ojos, volvióla a levantar, y gritando para animar a los soldados , que le secundaban flojamente, comenzó a recitar los versículos del Koran que dicen : « Ciertamente Dios comprará las almas y riquezas de los creyentes : nadie muere sino por mandato de Dios al llegar al término escrito».

No cesó de recitar estos versículos hasta que en una nueva acometida de los berberiscos fue derribado y muertos sus compañeros, aunque la bandera aún no había sido cogida por los enemigos.

Cundió entre los siriacos un horrible desorden, y no pudiendo reorganizarse, los que lograron cabalgar emprendieron la fuga hacia Ifríkiya , perseguidos por los berberiscos , que los mataban ó hacían prisioneros.

La tercera parte del ejército pereció, otra tercera parte logró escapar, é igual número quedó prisionero.

Balch continuaba combatiendo a los enemigos que le hacían frente, conteniendo su empuje y haciendo en ellos gran matanza; más eran tan numerosos, que no contaban los que morían.

De esta manera se mantuvo hasta que concluyeron con Coltsom y sus tropas y cargaron sobre él. Viendo aquella multitud irresistible, huyó hacia el país berberisco. Perseguido y arrojado hasta el Océano, se encastilló en la ciudad de Ceuta.

Antes había intentado entrar en Tánger, más la encontró firmemente defendida, y no habiendo podido conseguirlo, se dirigió a Ceuta, donde logró penetrar.

Era ciudad bien fortificada, de bastante población y abundantes recursos en sus alrededores, y reunió en ella algunos víveres, aunque no tantos como se necesitaban en aquellas circunstancias.

Los berberiscos mandaron contra él un cuerpo de tropas, y habiendo salido a su encuentro (Balch), lo derrotó con grandes pérdidas.

Mandáronle otro, que sufrió igual suerte, y lo mismo aconteció a otros cinco ó seis que vinieron sucesivamente; y cuando vieron que ningún ejército prevalecía contra él, devastaron el país comarcano dos leguas a la redonda.

Balch y sus soldados salían a hacer excursiones en busca de víveres; pero no produciendo ya resultado, y habiéndoseles concluido las provisiones, tuvieron que alimentarse con la carne de sus caballerías, permaneciendo en aquella ciudad hasta que pasaron a España, como, Dios mediante, se referirá en su lugar.