Capítulo II

– ¿Cómo es?, Víctor.

– ¿Te cuento la verdad, o te cuento un cuento?, abuelo.

-La verdad, no me seas insolente.

-Basta, burda, sin educación, fea, sucia y con la boca de un camionero.

-Como su abuelo, – sonríe el General -, putos Arredondo, siempre se lo decía, entra en la escuela de oficiales, ¿sabes lo que me respondía?

Víctor niega con la cabeza.

-Coronel, oficiales hay muchos, sargentos Arredondo, solo yo, hijo de puta, – sonríe su abuelo y mira a través de la ventana, Víctor se da cuenta de que se ha perdido en algún lugar.

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