
Paloma tira de la bolsa.
-Mamá, cárgalas más cuando puedas.
-Sí, que bien, -responde con sarcasmo Visi-, que he notado que puedo aprovecharlas más.
Paloma mueve la cabeza, al pasar por el salón mira la foto, en ella una mujer muy guapa y Luis que sonríen ambos como si estuvieran en el cielo.
Visi que pasa, se le queda mirando.
– ¿Que miras?, Niña, -le pregunta.
-Viendo la foto de Luis con su mujer.
-No manches con la baba el retrato, que después tengo que limpiarlo.
– ¿Qué quieres decir?, -responde con una insegura sonrisa Paloma.
-Que te saltan las babas, que se te caen encima del retrato.
Paloma se corta, Visitación deja la bolsa de basura que lleva y se sienta en el sillón.
-Siéntate, Paloma quería hablar contigo, esperaba hacerlo después, pero…, -y sonríe con pena.
-Dime, Mamá, -la chica agacha la cabeza.
– ¿Qué?, ¿estás enamorada como una colegiala del médico?
Paloma no contesta, continua con la cabeza agachada.
-Yo no lo veo mal, es guapo, inteligente, buena persona, rico, -sonríe-, aunque no se note, la diferencia de quince años o más, no es nada, por lo menos para mí, el único problema, mírame.
Paloma levanta la cabeza.
-Es que luchas contra una muerta, y esas no tienen fallos por lo que puedas vencerlas.
-Lo dices, por…, -Paloma señala con la cara la foto.
-Sí, Nieves se llamaba, como sabes, estaban enamorados como críos, cuando murió casi se pierde en el dolor ese, como tú lo llamas a él, San Luis, el caso es que salió, pero el alma, aún está enganchada con una muerta, y no quiero que mi hija se quede ahí, en un terreno en el que no eres nada, solo algo que es carne.
Paloma llora.
– ¿Y qué le hago madre?, lo veo y me quiero morir, cuando llora lo abrazaba hasta que sonriera, no sé qué hacer, madre, ¿qué hago?
-Contra el amor no se puede hacer nada, pero tienes que luchar contra algo real, no contra algo que siempre será mejor que lo mejor que tu hagas, el recuerdo en la cabeza del que amó a una persona que se fue, siempre es perfecto, tu, lo que tu hagas, será maravilloso, pero… imperfecto, ¿lo entiendes?
Paloma asiente, levanta la cabeza.
– ¿Qué puedo hacer?, madre.
-Olvidarlo.
-No puedo.
-Entonces trabajar como la cuerda en el brocal del pozo, día a día, momento a momento, con la esperanza de que olvide, de que ganas, pero sabiendo que será difícil, que puedes perder lo mejor de tu vida en el empeño, y al final…, -sonríe con pena-, que nada, a partir de ese momento, valga nada.
Paloma la mira, se levanta.
-Sí, mamá, pero te recuerdo que las bolsas no se llevan solas, a trabajar que te veo muy floja.
Visitación sonríe, sabe que va camino a ser una desgraciada, pero no puede hacer nada, solo ayudar, apoyar, y cuando llegue el momento, servir de paño de lágrimas, sonríe de nuevo, sí, todo va a salir bien, por una vez en la vida, todo va a salir bien.