
En los Picos de los Cuervos
Sobre la ciudad, en los picos
Los cuervos llevan
Las almas de los muertos
Abandonados en sus pisos
Dejados en casamatas, en asilos
En toda clase, de agujeros perdidos
Desaparecen en el aire
Y se convierten en ceniza
Mientras que los amados
Esperan sin esperanza
Que retornen,
Solo tendrán una urna sin nombre
Pobres muertos solitarios
Pobres padre de hijos
Desdichados creadores
Ahora, abandonados y solos
Sin consuelo
A morir como los perros
Después de haber dejado hasta los huesos
Y no hay excusa que valga
Ni Dios que lo permita
Pero sucede, pasa
Y no en un lejano país
Ni en una perdida tierra
Hoy han venido a por el
Mañana, quizás por mí,
O por algún amigo,
Todos con rasgo común
El haber vivido
Como si no hubiéramos vivido
Pues para los demás lo hicimos.