Jinetes Blancos del Alba

Jinetes blancos del alba

Rodeados de fuego

De castigo, de flama

Hijos de un dios cansado

Vengadores de quien sabe

Solo somos castigados

Carne de los del pecado

Hijos de Caín,

de cualquier ser abandonado

nos dejas a nuestra suerte

pero siempre amenazando

que esperas, ¿probarnos?

Y si la prueba es a gusto

De ti, que te llamas dios

¿Qué nos darás al vencer?

¿Una nueva vida?

Tan malvada como esta

A tu imagen y semejanza

Yo quiero fallar,

Aunque al final nada halla,

Prefiero dilapidar

Lo que me dicen me diste

Día a día

Sin destruir a mi mente

Sin pensar constantemente

En los que nos prometes

En escoger vivir

Que no esperar

Algo que no está firmado

Aquel que te crea, que siga

Nada puedo, ni debo

De objetar a quien crea

Pero te aseguro

Que si por un casual existes

Que no me importa en nada

Lo que prometes, lo que dices

Quiero un lugar al sol

Lejos del frío y la lluvia

Pero, ahora, perdido

Se que nunca vendrá

No cejé en el empeño

Como los que también lo hicieron

Pero mis fuerzas fallaron

De puro viejo

Toda una vida luchando

Con todo lo que se enfrenta

Y a la caída de la noche

Tu propia gente te afrenta

Luchaste con gallardía

Y tus funcionarios

Cobardes,

Jugaron con picardía

Maldito este país de bribones

De chupa sangres y lameculos

De putas, borregos y chulos

Donde lo que más se castiga

Es tener los suficientes cojones

Para enfrentarse a la vida

Sin de nadie te de ayuda.

Ahora mi cuerpo cansado

Pide lo que se le prometió

Pagando toda una vida

Y me dejan abandonado

Como una fiera en su guarida

Malditos, y pérfidos rufianes

Detrás de escritorios infames

Almas turbias y sesgadas

Que pretenden robar la mesnada

Malditos hijos de la pereza

De la desidia, de malas madres

De poca o ninguna nobleza

Cuando todos conocemos

Que la única gallardía

Es la de sus madres de piernas abiertas

En miseros prostíbulos

Ofreciendo por muy pocas monedas

Mas placer del esperado

Por cantidad tan nimia

O por padres bujarrones

Que por las mismas monedas

En el culo se le cuelan

Hasta los mismos cojones.

Esos rufianes me niegan

Esos que nunca han luchado

Que nunca han visto la selva

Ni por ella tan siquiera han paseado

Lo que pagué en otros tiempos

Confiando en que eran

Cuando menos humanos

Y ahora, buitres alados

Mercaderes de casquería

Hijos de incestos podridos

Cadáveres de peste agria

Muertos del más puto mal farío

Yo os maldigo funcionaríos

A vosotros y vuestra ralea

Porque el, que os llame padre, o madre,

Merece que ladre,

Pues nace de perro o perra.

Amaría ser solidario

En lugar de solitario

Confiar en las personas

Y no verlas como son

Ser feliz ignorante

De la condición humana

Y dejarme llevar como muñeco de feria

Por el primer comediante

Que me diga cualquier cosa

Me gustaría saber

 para qué sirven tabernas

Para que grupos enteros

Para pelear por poco,

para beber por nada

Me gustaría no saber

cuando miras

Lo que tienes en la mirada

Que como digo, creyera

Lo que de tu boca sale

Que quizás no supiera

Que un amigo es solo

Un enemigo que no ha encontrado

Oportunidad de demostrarlo

De que estás solo en la vida

Que todo es hipocresía

Que nada vale la pena

Que lo más sólido es la nada

Y lo más lleno, el vacío

Que los seres que conoces

Son escarnios de humanidad

Reyes ególatras y vanos

Que se pierden en un llano

Por no mover tan solo un dedo

Incultos hijos de nada

Robadores de dineros

Embaucadores perdidos

Hijos de cuernos cabestros

Bultos de carne sin sentido

Poyas y coños malditos

Que con su maldad se tapan

Cuando nada queda

Que no sea el terminar descargado

Qué pena de ser humano

Que grandeza que no existe

Que vaciedad

Eterna la que lo rige

Erigid estatuas

Palacios, y bibliotecas

Instituciones enormes

Que albergue vuestros hinchados egos

Malditos hijos de puercas

Que malgastáis lo nacido

Y que os vais a la tumba

Con lo que os habéis divertido

Raza de perros cruzados

De malos con los peores

Que se extinga la raza maldita

Sea por virus, por batalla

Por cualquier cosa que impida

Que unos pocos se diviertan

Mientras la miseria se abunda